La Realidad Se Desmorona
La abrumadora verdad dejó a Mark física y emocionalmente destrozado. Tambaleándose hacia atrás, luchó por mantenerse en pie mientras el peso del descubrimiento se desplomaba sobre él. El diario, apretado fuertemente contra su pecho, se sentía como una maldición y un salvavidas a la vez. Todo lo que creía saber se disolvió en dudas. ¿Eran reales sus recuerdos? ¿Podría el Mark original seguir vivo en algún lugar, escondido detrás de todas las mentiras?
La habitación se nubló a su alrededor como si las paredes mismas retrocedieran ante la verdad. La rabia, el dolor y la confusión surgieron dentro de él, amenazando con consumir lo que quedaba de su identidad. Cada sonrisa compartida, cada momento atesorado ahora se sentía como una cruel fabricación. Su realidad había sido construida con maestría, y se estaba desmoronando. Mark se dio cuenta de que ya no podía confiar en el mundo en el que vivía ni en las personas que lo habían construido para él.
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