Contratar Ayuda

Llevado al límite por sus dudas, Mark decidió buscar ayuda profesional. Encontró un detective privado en línea y concertó una reunión discreta en una cafetería cercana. En la reunión, Mark habló abiertamente sobre el comportamiento de Emily: sus extrañas rutinas, llamadas nocturnas y actitud reservada. El investigador, un hombre mayor llamado Tom, escuchó atentamente, tomando notas mientras Mark hablaba. Era la primera vez que Mark compartía sus miedos con alguien.
Aunque al principio dudó, Mark salió de la reunión sintiéndose extrañamente esperanzado. Confiarle a alguien esta carga le trajo alivio, y la calma de Tom lo tranquilizó. Mark esperaba que, con otro par de ojos vigilando a Emily, pronto obtendría la claridad que tanto necesitaba. Incluso si la verdad era dolorosa, la prefería a la incertidumbre. Ahora, solo era cuestión de esperar y observar.
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