Sonriendo ante el naufragio

Aquí tenemos a dos mujeres, el dúo insumergible, posadas en la proa de una embarcación no tan imponente. El barco, coqueteando peligrosamente con la idea de ser un submarino, está parcialmente inundado, sin embargo, estas damas están tan despreocupadas como gatos tomando el sol. Ahí están, a nivel del mar (literalmente), aferrándose al barco como marineros experimentados en un dibujo animado.

¿Sus sonrisas? Tan tranquilas como si estuvieran en un crucero de placer, no en una recreación de bricolaje del Titanic. Es como si estuvieran posando para una nueva revista de viajes de aventura, pero con un toque de humor desenfadado. Sus expresiones serenas gritan: “¡Esto no es un desastre; es una fiesta en la piscina poco convencional!”

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