Encargado de baños en una discoteca

Trabajando en los baños de discotecas abarrotadas, estos asistentes ofrecen caramelos de menta, toallas y sonrisas incómodas mientras limpian los estragos de… la humanidad en su estado más desordenado. Por unas cuantas propinas, soportan música a todo volumen, gente ebria y más fluidos corporales de los que nadie debería.
El trabajo es como estar atrapado en un episodio interminable de “Cosas asquerosas que hace la gente cuando nadie mira”. Y si te atreves a pedirle a alguien que se lave las manos, prepárate para la mirada de desaprobación del siglo. Es atención al cliente, pero mucho más… aromatizado.
Advertisements
Advertisements