
A todos nos ha pasado que, o bien olvidamos cómo es nuestro equipaje en la cinta de maletas, o —si somos aún más descuidados— lo olvidamos por completo. Este chico fue culpable de ambas cosas.
Para asegurarse de que nunca volviera a tener un percance con su equipaje, sus amigos le regalaron una maleta con su cara impresa. Esperemos que nunca más la olvide, ¡porque eso ya sería demasiado!