Julián se queda en el pueblo

Julián decidió no regresar a su ciudad todavía. Alquiló un modesto apartamento, lo suficientemente lejos para darle espacio a Elara, pero lo suficientemente cerca para seguir involucrado en sus vidas. Sabía que esta era su oportunidad para reconstruir algún tipo de conexión, pero no estaba seguro de cuánto tiempo le tomaría.

A medida que pasaba el tiempo, Julián se sumergió en las actividades del pueblo, convirtiéndose gradualmente en un rostro familiar. Su presencia revivió viejos recuerdos y dio lugar a muchas especulaciones, pero Julián estaba resuelto en su propósito. No solo estaba de visita, estaba allí para quedarse por un largo tiempo.

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