“Esa no es mi hermana”, dice un niño después de conocer a su recién nacida, y mamá revela la verdad

Esperando en silencio

Con los resultados de ADN aún pendientes, los nervios del padre estaban al límite. Cada día que pasaba se sentía más largo que el anterior, el silencio del laboratorio casi insoportable. El sueño se volvió escaso, e incluso los pequeños ruidos lo sobresaltaban.

Desesperado, regresó al hospital, esperando descubrir algo que se hubiera pasado por alto: un expediente, un comentario, un error. Necesitaba claridad, incluso si la verdad era algo que temía. El hospital podría tener las piezas faltantes que estaba desesperado por encontrar.