Cara a cara con lo desconocido

La paranoia de Mark alcanzó su punto máximo la noche en que vio a Emily reunirse de nuevo con otro hombre. Esta vez, no pudo contenerse. Cuando Emily se alejó, él dio un paso al frente y confrontó al desconocido directamente. “¿Qué está pasando entre usted y mi esposa?”, exigió, con la voz tensa por la emoción y la desesperación. El hombre, claramente sobresaltado, se giró con una mirada de pánico, totalmente desprevenido por la presencia y franqueza de Mark.
Mark se mantuvo firme, con los ojos ardiendo de frustración. Podía sentir la tensión en el aire, su corazón latiendo salvajemente. El hombre dudó, como si estuviera decidiendo cuánto decir. Mark no podía saber si el hombre era peligroso o simplemente estaba atrapado en una situación que no entendía. Pero una cosa era segura: este enfrentamiento marcaba un punto de inflexión. Mark ya no estaba dispuesto a quedarse en la oscuridad. Necesitaba respuestas y estaba listo para luchar por ellas.
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