Delitos Sospechosos


Tom sugirió que las acciones de Emily podrían ser más que solo engañosas: podrían ser criminales. “No puedo decirlo con seguridad”, dijo con cautela, “pero esos depósitos y reuniones privadas son señales de alarma”. Mark se quedó helado al escuchar esas palabras. La posibilidad de que Emily estuviera involucrada en algo ilegal lo llenó tanto de miedo como de incredulidad. Reprodujo cada conversación, cada vacío en su historia, tratando de darle sentido a todo.

¿Estaba Emily solo tratando de protegerlo, o realmente llevaba una doble vida? Mark imaginó lo peor: fraude, contrabando, traición. Sus pensamientos se precipitaron en escenarios oscuros que parecían más plausibles con cada nueva prueba. La advertencia de Tom había convertido la ansiedad de Mark en una paranoia total. Necesitaba actuar, ¿pero qué podía hacer realmente?

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