Transporte de Marea Alta

En un giro de acontecimientos que ni los guionistas más hábiles podrían haber escrito, un camión, en un valiente pero equivocado intento de fusionarse con el mar, llevó sus tareas de remolque de barcos un paso demasiado lejos al zambullirse de cabeza en el agua. Imagine la escena: un día soleado típico en la orilla, vehículos yendo y viniendo, y de repente, ¡chapoteo!, el camión decide que es su turno para nadar.
La embarcación, antes una pasajera pasiva, ahora flota junto a su transportador demasiado entusiasta en una escena que difumina la línea entre los vehículos terrestres y marítimos. Los transeúntes quedan en una mezcla de shock y risas ahogadas, presenciando un espectáculo que es parte tragedia, parte cuento con moraleja.
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