Estatua Humana

Las has visto en los distritos turísticos: pintadas de plata u oro, de pie, perfectamente inmóviles durante horas. Estos artistas callejeros interpretan estatuas humanas, dependiendo de las monedas sueltas y de un control muscular absoluto para pagar el alquiler. No parpadees, no respires fuerte y, por el amor de Dios, no te rasques.
Es en parte una prueba de resistencia, en parte arte performático, en parte un signo de interrogación de “¿por qué estoy haciendo esto?”. Lluvia, viento o turistas raros que te tocan, todo viene con el trabajo. Y si tu “cara congelada” se acalambra a mitad del turno, bueno, así es el espectáculo, cariño.
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