Moda Frutal en Perspectiva Forzada

Dos mujeres posan dramáticamente en la playa mientras unas manos gigantes en primer plano las “visten”: una recibe un bikini de durazno y la otra un vestido completo de sandía. La ilusión óptica es tan perfecta que parece que la Madre Naturaleza misma decidió jugar a ser estilista con productos de supermercado.
Las chicas están totalmente entregadas al papel, levantando los brazos como si estuvieran en una pasarela en París en lugar de ser humilladas públicamente por el padre de alguien con un smartphone y demasiado tiempo libre. Esto es el pináculo de la creatividad playera y el máximo nivel de vergüenza ajena en una sola imagen gloriosa.
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