30. El Sombrero Cepillo de Dientes Automático

Porque, al parecer, cepillarse los dientes con las manos era demasiado básico, este artilugio de los años 50 colocaba un cepillo de dientes motorizado en un casco. Los usuarios se lo ponían, mordían el cepillo y dejaban que el sombrero giratorio “hiciera el trabajo”. Suena divertido… en teoría.

En la práctica, el sombrero se tambaleaba, el cepillo rara vez alcanzaba el ángulo correcto y muchos usuarios babeaban por todas partes. Una ligera inclinación de la cabeza hacía que el cepillo raspase la mejilla. Los dentistas lo calificaron de “artilugio con potencial de daño para las encías”. La historia estuvo de acuerdo, y lo archivó bajo “¿en qué estaban pensando?”

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