24. El clip moldeador de nariz
Los estándares de belleza de la época victoriana eran descabellados, y este invento también lo era: un clip de metal que se usaba en la nariz mientras se dormía. Prometía “remodelar” narices grandes o torcidas mediante presión nocturna. Los anuncios afirmaban que te haría más bella “sin cirugía”.
Todo lo que realmente hacía era incomodar a los usuarios y dejarles la nariz roja. Dormir era imposible, y muchos se despertaban con extrañas hendiduras. Sin embargo, se vendía como pan caliente. Los victorianos desesperados creían que el dolor metálico equivalía a caras bonitas. Hoy en día, a eso simplemente lo llamamos un mal filtro de Instagram.
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