22. El Casco Crece-Pelo

En la década de 1950, la calvicie se consideraba una tragedia personal, y así surgió el “Helmfolium”, un casco de aspecto futurista que aplicaba suaves pulsos eléctricos al cuero cabelludo para “estimular el crecimiento folicular”. El artilugio parecía un colador lector de ondas cerebrales sacado del laboratorio de un científico loco.

Los fabricantes prometían una melena completa en semanas. Lo que los usuarios obtuvieron en su lugar fue un cosquilleo en el cuero cabelludo y un ligero olor a quemado. Una reseña decía que se sentía “como ser interrogado por alienígenas que dan consejos de peluquería”. Como era de esperar, no ocurrieron milagros, pero sí que generó conversación en las fiestas.

Advertisements
Advertisements