Preparándose para la verdad


El padre se sentó con su esposa, sabiendo que la conversación no sería fácil. Les explicó todo: sus dudas, el sueño de su hijo y la prueba de ADN que había pedido. “Tenía que hacerlo”, dijo. “No porque quiera demostrar que estás equivocada, sino porque necesito tranquilidad.”

Su esposa parecía aturdida pero no enojada. Asintió lentamente, asimilando la gravedad de la situación. “Lo entiendo”, dijo. “Yo también quiero la verdad, sea la que sea.”

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