Distancia gélida entre hermanos


En lugar de aceptar su nuevo papel, el niño se volvió distante. Se quedaba en su habitación, jugaba afuera y evitaba por completo al bebé. Su madre intentó acercarlo, preguntándole suavemente: “¿No tienes curiosidad por tu hermana?”

Su respuesta fue corta y firme: “Esa no es mi hermana”. El padre, al escucharlo de nuevo, sintió un nudo en el pecho. ¿Por qué su hijo, que solía ser tan cariñoso, reaccionaba con tanta fuerza? Su duda solo crecía.

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