Colección Secreta
Una tranquila tarde, mientras su esposa dormía, el padre finalmente llevó a cabo su decisión. Abrió el kit de ADN con manos temblorosas, el latido de su corazón resonaba fuerte en la habitación en silencio. Con cuidado, frotó el interior de la boca del bebé, asegurándose de no despertarla.
Una vez sellada la muestra, la guardó y salió de la casa para enviarla por correo. Al ver el sobre desaparecer en el buzón, sintió una profunda punzada de culpa y miedo. “Por favor, que todo esté bien”, susurró, esperando no estar a punto de destrozar su mundo.
Advertisements
Advertisements