Creciendo más fuertes juntos
Jamie y Sarah se comprometieron a profundizar su relación. Programaron noches semanales para citas, ya fuera cenando fuera o simplemente paseando de la mano por el barrio. Estos momentos tranquilos e intencionales les ayudaron a reconstruir la intimidad que se había visto afectada durante el tiempo que Jamie estuvo fuera.
También hablaron abiertamente, no solo sobre sus sueños, sino también sobre sus miedos. Con cada conversación, derribaron los muros construidos por el tiempo y la distancia. Cuanto más se escuchaban el uno al otro, más fuerte se volvía su cimiento. Su amor ya no se trataba de sobrevivir a las dificultades, sino de prosperar a través de ellas.
Advertisements
Advertisements