Bajando la guardia


La combinación de alcohol, viejos afectos y un ambiente que desarma hizo su trabajo. Steve empezó a relajarse, encorvándose un poco en su asiento, su habla un poco más suelta. Las bromas, las risas, el ritmo familiar entre ellos, todo lo adormeció en una falsa sensación de seguridad.

Se inclinó más, con voz baja y conspiradora. “Es una larga historia”, empezó, con una sonrisa asomando. Melissa contuvo el aliento ligeramente, sabiendo que finalmente estaba logrando algo. Mantuvo la calma, pero por dentro, estaba completamente concentrada. Estaba a una pregunta de la verdad, o de una reacción peligrosa.

Advertisements
Advertisements