Ojos y oídos por todas partes
En segundo plano, los oficiales Davis y Johnson permanecieron inmóviles, con los ojos fijos en Melissa mientras la señal de su micrófono se transmitía claramente a través de sus auriculares. Cada palabra era anotada, cada inflexión grabada. El ruido del bar se desvaneció en la insignificancia mientras escuchaban atentamente en busca de cualquier pista.
Davis asintió levemente en una parte de la conversación, mientras Johnson marcaba una línea en su bloc de notas. Ambos conocían el poder del silencio, del tono, de la implicación. Cada pausa o vacilación de Steve podría contener la pista que necesitaban. Solo tenían que mantenerse alerta y dejar que Melissa hiciera su trabajo.
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