Un pueblo lleno de recuerdos

Mientras el coche atravesaba el pueblo, Jamie se inclinó hacia la ventana, observando el familiar paisaje pasar. Todo le traía un recuerdo: la cafetería de ladrillo rojo donde tuvo su primera cita con Sarah, el banco descolorido del parque donde solía descansar después de sus carreras matutinas.

El encanto del pequeño pueblo parecía más vívido que nunca. Los árboles parecían más verdes, e incluso las aceras agrietadas tenían un significado. Era como si el propio pueblo también lo hubiera extrañado, envolviéndolo en un abrazo silencioso, recordándole que todavía pertenecía aquí.

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